Friday, February 24, 2012

Programa #58


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Hoy con el crítico Faustino Sánchez estuvimos hablando de los premios Oscar, que se entregarán este fin de semana, intentando aportar una perspectiva crítica a la historia y el presente de la gran ceremonia anual de Hollywood.

Baby Jane y el Oscar

Por Ayoze García

La anécdota es de sobra conocida: por ¿Qué fue de Baby Jane? Bette Davis estaba nominada al Oscar a la mejor actriz principal y su compañera de reparto Joan Crawford no, así que se cuenta que ni corta ni perezosa la Crawford se ofreció para recoger la estatuilla en caso de que fuera a parar a Anne Bancroft, que no podía asistir a la ceremonia, por El milagro de Ana Sullivan.

Todo esto viene al caso porque por un lado este domingo se entregan los Oscar de 2012 y por otro la próxima semana podrá verse aquí en las Islas ¿Qué fue de Baby Jane? (1962) dentro del ciclo que la Filmoteca Canaria dedica al director Robert Aldrich.

Bette Davis, caracterizada para la película de Aldrich

Y uno piensa, ¡caray, aquellos sí que eran unos tiempos interesantes para seguir la gala de los Oscar! Porque este año, en fin, algo de curiosidad sí que tengo por saber cuál de las dos películas con más nominaciones, The Artist o La invención de Hugo, se lleva el gato al agua. Pero no mucha.

Ni siquiera voy a cuestionar la calidad del cine que promociona la academia: dejando al margen la absurda idea que tienen algunos de que Michel Hazanavicius ha resucitado él solito el cine mudo, me cuesta bastante encontrarle fallos a The Artist. Y la de Scorsese se estrena este fin de semana así que no la he visto todavía, aunque mala pinta no tiene.

Dicho lo cual, si no tuviera que levantarme temprano el lunes, se me ocurren muchas alternativas para pasar la noche de los Oscar delante de la pantalla sin prestar atención a la dichosa gala: podría pasarlo bomba con alguna de las películas de la Nueva Ola checa, que son divertidísimas (¡en serio!), seguir tratando de desentrañar el retorcido cine de Yoshishige Yoshida, o volver a ver Old Joy de Kelly Reichardt. ¿Por qué no? Cada uno tiene sus prioridades...

Y para el martes 28 de febrero, ya saben, el plan es disfrutar de nuevo con ¿Qué fue de Baby Jane? en el Teatro Guiniguada de Las Palmas de Gran Canaria, en pantalla grande y versión original. Por cierto, ¿cómo acabó la historia de aquella edición de los Oscar? Pues al final Bette Davis no ganó el premio y Joan Crawford se salió con la suya. ¡Así es la vida!

En la edición #58 de La Linterna Mágica hablamos de los Oscar con el crítico Faustino Sánchez

Friday, February 17, 2012

Locos por Masumura (y III) / Cuerpos adentro: En la guarida de la bestia ciega



"Tu cuerpo me pertenece"

Seisaku's Wife (1965)



"Es muy poco habitual encontrar una piel tan hermosa"

Irezumi (1966)



"Mi búsqueda ha sido larga y ardua para encontrar un cuerpo como el tuyo"

Blind Beast (1968)

Por Ayoze García

Me parece justo iniciar esta conclusión resaltando algunas limitaciones de nuestro análisis del cine de Masumura: por un lado, uno no es una autoridad en cine japonés, y por otro, sólo he visto doce de las más de cincuenta películas de este apasionante director (eso sí, son prácticamente las únicas disponibles con subtítulos en castellano).

Incluso podrá parecer cuestionable hablar de una línea de pensamiento coherente que recorre la obra del que muchos consideran un simple cineasta de género. Aunque si algo tengo claro, es precisamente que esta filmografía presenta una extraordinaria concentración temática e ideológica pese a sus interminables recovecos y ramificaciones.

Y en caso de que aceptemos que existe algo así como un discurso masumuriano, tuvo sin duda su culminación en Blind Beast. No por nada los escasos textos disponibles en Internet suelen obviar su producción posterior a 1968. Es cierto que muy pocos años después llegaría el colapso de los estudios Daiei y el ritmo de producción de Masumura bajaría considerablemente, pero ahí está por ejemplo The Music (1972) para demostrar que todavía tenía mucho que decir.

No. Al margen de las (todavía mayores) dificultades para acceder a sus películas de los últimos años, hay algo en Blind Beast que tienta al espectador a cerrar ahí la indagación en torno a la obra de Masumura. Y no digo que sea un mal trabajo (todo lo contrario), sino más bien que el efecto que provoca es similar al de un película francesa del año anterior: Weekend de Godard. También en Blind Beast podría aparecer en los títulos de crédito aquello de "Fin de cinema (sic)"...

Y ya puestos a jugar a las comparaciones, ¿por qué no poner sobre la mesa las similitudes del film de Masumura con El increíble hombre menguante (1957) de Jack Arnold? En ambos casos, un personaje narra su viaje sin retorno hacia los límites de lo humano, sobrepasándolos incluso. Vuelve a ponerse de relieve el carácter terminal de Blind Beast. Non plus ultra, señoras y señores.

Por otra parte, esa travesía que acaba en la guarida de la bestia ciega había empezado mucho antes, con el pase de modelos que se ve en Kisses (1957) y la aparentemente anecdótica presencia de unos soldados mutilados que piden limosna en Giants And Toys (1958). A partir de ahí, basta con pensarlo un poco y empezarán a aflorar las conexiones con Manji (1964), Seisaku's Wife (1965), Irezumi y Red Angel (1966). Descubrirlas en este artículo supondría arrebatar a quien no haya visto estas películas el placer de recomponer el puzle, pero haberlas haylas, créanme.

Bastará con señalar que las escenas en que el tatuador de Irezumi trabaja sobre la espalda de la ineludible Ayako Wakao son la más clara premonición de lo que vendría con Blind Beast, tanto visualmente como en cuanto a diálogos. La diferencia radica en que la segunda de esas películas se permite condensar al máximo los recursos para dar rienda suelta a las premisas que venían buyendo en el cine de Masumura: los personajes se reducen al típico triángulo madre-hijo-mujer/objeto de deseo (¿he dicho ya que Los pájaros es mi favorita de Hitchcock?). Y las localizaciones, aunque con unos decorados dignos de clásicos de la ciencia ficción como Metrópolis (1927) o Brasil (1985), pueden contarse con los dedos de una mano.

Así las cosas, no quedan esquinas donde esconderse, y si no que se lo pregunten a la pobre chica protagonista, enésima representante de la galería de modelos en el cine de Masumura, a la que secuestra un escultor ciego. La única opción es respirar hondo y afrontar las preguntas que nos arroja la pantalla: ¿Hasta dónde se puede llegar en la búsqueda de la obra de arte perfecta? ¿Qué nos queda cuando nos aislamos de la sociedad y caemos bajo el dominio de nuestras pasiones? Y más aún: ¿En qué punto la persecución del placer como bien supremo nos despoja de cualquier rastro de humanidad?

Masumura deja estos interrogantes en el aire, aunque como premio nos regala en los últimos minutos de Blind Beast una metáfora visual tan simple como hermosa y desgarradora. De hecho, probablemente ahí esté la respuesta. Negándose a sumergirse en el mismo abismo que sus personajes, nos lleva justo hasta el borde. Magistral. Y se acabó. Fin de cinema.

Locos por Masumura (II) / Cuerpos en transición: El mapa de la carne

Locos por Masumura (I) / Cuerpos afuera: Gigantes jugueteando con las personas

Monográfico sobre Yasuzo Masumura en La Linterna Mágica

Programa #57


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Hoy hablamos con José Luis Trenzado Diepa y Luis Miranda sobre los nuevos ciclos del Aula de Cine de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Friday, February 10, 2012

Locos por Masumura (II) / Cuerpos en transición: El mapa de la carne



-Tengo buen tipo, ¿verdad?
-Claro.
-Entonces, quiéreme.
-Eso es lo que odio de las chicas, siempre detrás del amor sensiblero.

Kisses (1957)



"Ella no es una estrella inalcanzable, es un juguete. Además los dulces han podrido sus
dientes. Es todo un concepto nuevo".

Giants And Toys (1958)



"Te odio... ¡Tu cuerpo es tan hermoso!"

Manji (1964)


Por Ayoze García

Lo apuntábamos la semana pasada: la mayor virtud del cine de Masumura radica en el retrato que hace del mundo interior de seres humanos perturbados, que encuentran ahí su último refugio tras verse arrastrados al aislamiento por culpa de una sociedad intransigente.

Ese lugar recóndito tiene su particular topografía, y las fronteras las marcan los cuerpos. Dicho de otra manera, los personajes de ManjiSeisaku's Wife (1965) o Blind Beast (1968), por citar sólo algunos ejemplos, están perdidos, y (piensan que) el cuerpo del ser amado es su mapa hacia la salvación.

Hay en esas películas una exaltación del tacto nada pornográfica y más desesperada que erótica, justificable en la elegancia con que Masumura es capaz de tratar los asuntos más sórdidos. Casi podemos decir que el suyo inaugura el cine moderno obsesionado con el cuerpo humano, el de una serie de creadores viscerales que incluiría a David Cronenberg, Shinya Tsukamoto o Darren Aronofsky. En Masumura no encontramos mutaciones o injertos imposibles como en esos cineastas posteriores, pero sí la concepción de la carne como lienzo (por algo uno de sus títulos es Irezumi, una variedad japonesa de tatuaje) e inspiración suprema para el artista.

Todo esto empezaba a vislumbrarse de modo inocente en Kisses, su estupendo debut. No resulta baladí que la chica protagonista sea una modelo que posa para pintores, ya que esta será la ocupación más habitual de las heroínas masumurianas. A su futuro novio le aburre el pase de modelos que ve en la playa, pero no tiene reparos en afirmar que ella tiene una figura bonita cuando se pone el bañador.

Al igual que ocurre con las mujeres en general, uno percibe una cierta ambivalencia en la percepción que Masumura tiene del oficio de modelo, que no olvidemos consiste en exhibir el cuerpo. Por un lado, debía de interesarle en su condición de cineasta dado al deleite sensorial y la búsqueda absoluta de la belleza. Pero también ve este director en la adoración a mujeres inalcanzables un mecanismo distorsionador propio de la sociedad de consumo, por no mencionar que la búsqueda de un cuerpo perfecto le traerá la desgracia a más de uno de sus personajes.

En Giants And Toys, la sátira descarnada del capitalismo lleva a plantear que una jovenzuela de barrio puede convertirse en estrella mediática a pesar del pésimo estado de su dentadura. De la noche a la mañana firma un contrato como modelo de una marca de golosinas, en base al "nuevo concepto" acuñado por los publicistas de la empresa, según el cual sus dientes picados ayudarán a incrementar las ventas.

Modelo será asimismo Ayako Wakao en Manji, y la trama comienza cuando traba amistad con otra alumna de una academia de arte para aficionados y esposas aburridas. Esta película supone un gran avance dentro del discurso de Masumura, en su línea de fundir en un todo contemplación y tacto, arte y pasión.

La atracción entre mujeres aparece en Manji como otra manifestación del ansia de hermosura a menudo presente en el cine de Masumura, un ansia compartida por el tatuador de Irezumi (1966) y el escultor de Blind Beast, y que les acabará forzando a cometer los mayores desmanes.

Vemos por tanto que la relación entre modelo y artista sirve a este cineasta para plasmar una y otra vez varias de sus obsesiones: la oposición individuo-sociedad, el cuerpo humano, y la locura. Encontramos además aquí un punto de tránsito ideal entre los dos mundos, exterior e interior, del cine de Masumura: porque aunque la modelo existe para ser contemplada y adorada por todos, hace falta la mediación de un artista que inmortalice su belleza desde un punto de vista subjetivo. Y en nuestro tercer (y espero que último) artículo sobre Masumura descubriremos que ese puede acabar siendo un proceso bastante peliagudo...

Locos por Masumura (I) / Cuerpos afuera: Gigantes jugueteando con las personas

Monográfico sobre Yasuzo Masumura en La Linterna Mágica

Programa #56


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Son muchos los temas que abordamos en esta edición de La Linterna Mágica. En primer lugar entrevistamos al director y periodista Iván López, y también al director adjunto del Instituto Polaco de Cultura, Cesar Kruk. Por último tuvimos en el estudio a Pepe Torres de la Asociación de Cine Vértigo, con quien hablamos del ciclo dedicado a Steve McQueen y el fallecimiento del actor Ben Gazzara.

Friday, February 3, 2012

Locos por Masumura (I) / Cuerpos afuera: Gigantes jugueteando con las personas



"Lo que más le importa a un yakuza es el dinero"

Afraid To Die (1960)



"Ese coche es mi vida"

Black Test Car (1962)



"No tenemos sangre, y muy pocas medicinas. Por eso les amputo los brazos y las piernas, incluso a quienes no lo necesitan..."

Red Angel (1966)


Por Ayoze García

Yazukas cobardes, ejecutivos que venderían a su madre por subir un poco las ventas de su compañía, médicos desalentados que a duras penas logran aliviar el sufrimiento de soldados caídos en el campo de batalla... El cine del director japonés Yasuzo Masumura está plagado de personajes como estos, que detestan su situación pero se ven incapaces de salir del hoyo; para hacerlo tendrían que romper con buena parte de los lazos que les atan a la sociedad (el dinero, la familia, el honor), y eso conlleva otros peligros...

Retrocedamos un poco. En este primer artículo vamos a fijarnos en el cine de Masumura cuerpos afuera, es decir, en los mecanismos externos que no dejan al individuo dar un cauce sano a sus pasiones, provocando tensiones insoportables. Y si bien el mayor interés radica en contemplar las consecuencias de ese proceso, un análisis mínimamente serio no podrá dejar de lado sus causas.

Básicamente, Masumura no hace distingos entre el mundo de la empresa y el de la guerra, dado que ambos exprimen al ser humano: la forma en que caminan apelotonados los empleados de Giants And Toys (1958) tiene mucho de militar, y un pin con un logo de la compañía donde uno trabaja implica un compromiso tan firme como una bandera. A esa película se le puede aplicar incluso, de manera imprecisa pero oportuna, el término de nuevo cuño capitalismo gore, en el sentido de que el éxito en los negocios se paga (literalmente) con sangre, sudor y lágrimas.

No es para menos, ya que los triunfadores han de estar dispuestos no solo a renunciar a su vida personal, sino a ir mucho más allá, como el joven de Black Test Car que le pide a su novia un sacrificio inaceptable aunque necesario para que su empresa de fabricación de automóviles cobre algo de ventaja en la carrera suicida que mantiene con una marca rival.

Y si así ve este director el mundo laboral, la guerra se presenta directamente como una fábrica de muertos y cuerpos mutilados. Puestos a intentar dividir la filmografía de Masumura entre las películas que plantean conflictos sociales y las centradas en individuos descarriados, Red Angel caería justo en el medio. Esa es la cinta ambientada en hospitales de campaña, con una enfermera (Ayako Wakao) testigo de una horrible carnicería bélica. Cuerpos afuera, este escenario rebate cualquier justificación patriótica o heroica de la guerra. Cuerpos adentro, relativiza la valoración que podamos hacer del comportamiento sexual de la protagonista.

La guerra desata igualmente una reacción insospechada en el personaje que Wakao interpreta en Seisaku's Wife (1965), el de una esposa que no soporta la marcha al frente de su marido, un soldado modélico. De hecho, en el pueblo muchos esperan que se convierta en un héroe por la vía rápida. "Esta vez aségurate de morir", le dicen. O como argumenta uno de los ejecutivos de Giants And Toys: "Tenemos que trabajar duro o no sobreviviremos". El honor del sacrificio en favor del colectivo, la renuncia a la dignidad para encajar en el engranaje y obtener un sustento: esas son las opciones.

La grandeza trágica que marca a muchos personajes de Masumura la alcanzan en el momento en que superan esta disyuntiva rompiendo la baraja. La semana que viene comprobaremos cómo entran en juego entonces la locura y el ostracismo, pero por ahora hay que admitir que al menos ellos sí pueden cantar con conocimiento de causa aquello de "I did it my way". Frank Sinatra y Yasuzo Masumura, ¡vaya mezcla!

En la edición #55 de La Lintena Mágica tuvimos un monográfico sobre Masumura con la colaboración del crítico Faustino Sánchez

Programa #55


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Del director Yasuzo Masumura, poco conocido en Occidente pero considerado una pieza clave en el surgimiento de la Nueva Ola japonesa, estuvimos hablando hoy en el programa junto al crítico Faustino Sánchez.

Escuchamos fragmentos de varias películas de Masumura, y también recuperamos una intervención de hace unos meses en el programa de Luis Miranda, coordinador del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria.