Los seguidores (no demasiados, pero siempre acérrimos) de Barbara Stanwyck sabemos que nunca una comedia navideña de buenos sentimientos ha estado tan cerca del cine negro como lo está Recuerdo de una noche: fíjense si no en las similitudes de su argumento con El caso de Thelma Jordon, donde el protagonista masculino es también un fiscal que se deja tentar por ella. Y del mismo modo, nunca un western ha mostrado tan bien los nexos de ese género con el noir como 40 pistolas.
Puede quizá que nos empeñemos en buscar esas asociaciones en las películas de Stanwyck, simplemente porque la sombra de una obra cumbre como Perdición (donde ella interpretó por primera vez un papel de femme fatale) es demasiado alargada. No obstante, elementos hay de sobra para reinterpretar buena parte de la filmografía de esta actriz en relación al cine negro.
'El extraño amor de Martha Ivers' |
Mucho antes de Perdición, Stanwyck ya se había hecho famosa entre otras cosas por interpretar a mujeres de clase baja que trepan en el escalafón social sirviéndose de sus artes femeninas, como en Carita de ángel y Stella Dallas. Y aunque como comentaba la propia actriz ese segundo personaje tenía un fondo noble, la forma en que Stella seduce a su futuro marido al principio de la película tiene bastante que ver con el proceder de cualquier femme fatale: le hace creer que se encuentran por casualidad, cuando al fin y al cabo todo está planeado para que caiga en sus redes.
Poco a poco, va cuajando uno de sus papeles arquetípicos, el de la embaucadora de buen corazón. Ocho mujeres y un crimen es una comedia de asesinatos más o menos al estilo de La cena de los acusados, y ahí Barbara Stanwyck ya trae de cabeza a Henry Fonda. Pero eso no es nada en comparación con el engaño, por partida doble y sin piedad, que sufre Fonda en su siguiente película juntos, Las tres noches de Eva.
Esa deliciosa comedia dirigida por Preston Sturges es de 1941, año en que ella hará también de periodista fabuladora en Juan Nadie y de bailarina advenediza en Bola de fuego. En estos tres casos, Stanwyck seduce y engaña al protagonista masculino, pero acaba rectificando ante la perspectiva de una redención otorgada por el amor y el perdón. Solo entonces estas mujeres, curtidas por una vida de sinsabores, ceden a los estereotipos románticos del Hollywood de la época.
De ahí a la frialdad implacable de una femme fatale resta una pequeña distancia, más o menos la que Stanwyck cubrió al bajar las escaleras (mostrando el procaz brazalete de su tobillo) en la mítica escena al comienzo de Perdición.
Al igual que sucedería más tarde con su papel en El extraño amor de Martha Ivers, la Phyllis Dietrichson de la película de Billy Wilder es un agujero negro de emociones, una criatura “podrida hasta el alma”. La manipulación de la mujer fatal no tiene por único objeto cazar al hombre, sino convertirlo en cómplice o encubridor de terribles crímenes. De ahí surgirá la culpa, formando un vínculo entre ambos que se presenta incluso más fuerte que el amor, puesto que en verdad dura hasta que la muerte los separe...
No es su interpretación en Perdición necesariamente la mejor de Barbara Stanwyck, pero resulta indiscutible que marcó un punto de inflexión en su carrera: en lo sucesivo le lloverán los papeles de femme fatale (a Phyllis y Martha Ivers hay que sumar el de Thelma Jordon, más rico no obstante en matices). Y no solo eso, sino que en cualquier película suya en la que se cometa un asesinato, por ejemplo en Mundos opuestos, acabaremos con o sin razón fijando primero nuestras sospechas en Stanwyck.
'Las dos señoras Carroll' |
Ahora bien, el resto de sus películas inscritas en el cine negro dejan atrás el concepto de femme fatale y nos muestran una serie de fascinantes bifurcaciones. Y es que Stanwyck dará vida con igual destreza a las mujeres en apuros de Las dos señoras Carroll (ojo al horripilante retrato que le pinta su marido, interpretado por Humphrey Bogart) o Mentira latente.
Se trata de títulos que se rebelan contra la tendencia a una cierta misoginia palpable en buena parte del noir clásico. Muy al contrario, sus personajes femeninos aquí representan la estabilidad de la vida cotidiana, contrapuesta al caos que bulle de las cloacas del cine negro, donde el crimen, la locura y el chantaje campan a sus anchas.
Otra vuelta de tuerca la encontramos en Voces de muerte, porque su protagonista, curiosamente llamada Leona, ejerce al mismo tiempo de manipuladora nata y víctima indefensa. Ni que decir tiene que esa contradicción permite a Stanwyck desplegar una gran amplitud de recursos interpretativos, y otro punto a destacar es el abundante uso de flashbacks. Dicha técnica, bastante frecuente en el noir, alcanza su máximo abigarramiento con la sucesión de voces telefónicas que van reconstruyendo la historia. Hasta encontramos un flashback dentro de un flashback, algo que a buen seguro le hubiera encantado a Luis Buñuel.
Y vamos terminando, con otra película que ocupa un lugar especial en la historia del cine negro. Encuentro en la noche es un melodrama noir en toda regla, con una acertada dirección de Fritz Lang y un reparto que incluye a Robert Ryan, Paul Douglas y una joven Marilyn Monroe. Todo ello al servicio de una trama que cuestiona a quienes se dejan llevar por sus pasiones sin prestar atención a las consecuencias sobre la vida de los demás. Un mensaje conformista, desde luego, pero que cobra un significado distinto en labios de una actriz como Barbara Stanwyck, que tantos corazones ha roto en la gran pantalla. "Si alguien sufre por nosotros, lo siento mucho, la vida es así". Pues no.
'Mentira latente' |
Lista de películas mencionadas de Barbara Stanwyck:
- Carita de ángel (Baby Face, 1933) de Alfred E. Green
- Stella Dallas (1937) de King Vidor
- Ocho mujeres y un crimen (The Mad Miss Manton, 1938) de Leigh Jason
- Recuerdo de una noche (Remember The Night, 1940) de Mitchell Leisen
- Juan Nadie (John Doe, 1941) de Frank Capra
- Bola de fuego (Ball Of Fire, 1941) de Howard Hawks
- Las tres noches de Eva (The Lady Eve, 1941) de Preston Sturges
- Perdición (Double Indemnity, 1944) de Billy Wilder
- El extraño amor de Martha Ivers (The Strange Love Of Martha Ivers, 1946) de Lewis Milestone
- Las dos señoras Carroll (The Two Mrs. Carrolls, 1947) de Peter Godfrey
- Voces de muerte (Sorry, Wrong Number, 1948) de Anatole Litvak
- Mundos opuestos (East Side, West Side, 1949) de Mervyn Leroy
- El caso de Thelma Jordon (The File On Thelma Jordon, 1950) de Robert Siodmack
- Mentira latente (No Man Of Her Own, 1950) de Mitchell Leisen
- Encuentro en la noche (Clash By Night, 1952) de Fritz Lang
- 40 pistolas (40 Guns, 1957) de Samuel Fuller
Escucha el monográfico sobre Barbara Stanwyck en la edición #45 de La Linterna Mágica, con la participación de Faustino Sánchez
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