Friday, May 4, 2012

Tilda Swinton, matriarcado disfuncional (I): Las no-madres




"¿Te acuerdas de tu madre, Tom?"

Julia (Erick Zonca, 2007)

Por Ayoze García

Da escalofríos ver a Tilda Swinton en Tenemos que hablar de Kevin (Lynne Ramsay, 2011) haciendo de madre de un joven psicópata. Lo curioso viene cuando a raíz de esta película nos fijamos en el resto de su filmografía y comprobamos que en numerosas ocasiones esta admirable actriz británica ha interpretado papeles similares, de mujeres marcadas de una u otra forma por la maternidad.

Empezamos este repaso a la galería de madres swintonianas justo en las antípodas, con la asesora jurídica de Michael Clayton (Tony Gilroy, 2007), que probablemente no sea una de sus mejores interpretaciones aunque le valió el Oscar a la mejor actriz de reparto. En esta película de intrigas empresariales protagonizada por George Clooney, Swinton aporta bastantes matices a un papel que, básicamente, es el de la mala de turno.

Como se desvela en una entrevista para la televisión que ensaya una y otra vez en su casa, esta mujer no concibe el equilibrio entre la vida personal y profesional ("cuando realmente disfrutas con lo que estás haciendo, ¿quién necesita equilibrio?") y considera que Unorth, la compañía en la que trabaja, es su "familia". Nada que objetar en un principio, aunque esta escala de valores la llevará a tomar unas decisiones que acabará lamentando.

Tampoco tiene demasiado instinto maternal la alcohólica y mentirosa compulsiva a la que Tilda Swinton da vida en Julia: parece un personaje de Mike Leigh (la sombra de la Gloria de Cassavetes también es alargada) atrapado de repente en una trama ideada por el Iñárritu más disparatado, con viaje a México incluido. A mí me encanta, aunque entiendo que no todo el mundo comparta esa opinión.

Lo que interesa aquí es la evolución psicológica de Julia, y la responsabilidad que contrae hacia un niño del que en un primer momento pretendía aprovecharse. El que en medio de una situación de peligro se haga pasar por la madre del chico es otra farsa más, pero para cuando llega el final de la película casi estamos dispuestos a creérnoslo...

Dicha evolución de la protagonista de Julia se produce a lo largo de dos horas. Jim Jarmusch, en cambio, le dejó a Swinton poco más de un minuto muy bien aprovechado para que en Flores rotas (2005) explotase toda la rabia que puede acarrear la maternidad frustrada. "¡Que te jodan, Donnie!", le espeta al bueno de Bill Murray, quien anda de peregrinaje visitando a sus antiguas novias y le pregunta si ha tenido hijos.

Resulta evidente que la cuestión toca una fibra sensible, aunque si la Penny de Flores rotas mantuviese una conversación con la Eva de Tenemos que hablar de Kevin, seguro que comprendería que a veces más vale quedarse compuesta y sin hijo.

Ahora bien, ¿qué ocurre cuándo los personajes de Swinton dan finalmente el paso hacia la maternidad? Pues de todo, y de eso hablaremos la semana que viene.

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