Thursday, March 22, 2012

Viendo el festival (VI): Egipto. Revolución. Robert Mitchum. Zombies.

Por Ayoze García

No solo de la Sección Oficial vive el festivalero, y más cuando estos días en Las Palmas de Gran Canaria hay en marcha ciclos tan interesantes como África Hoy o Carta blanca a Film Comment. Queriendo este miércoles acercarme a esas propuestas, me vi obligado a hacer equilibrismo con la programación: salí corriendo hacia el Monopol mientras todavía se veían los créditos finales de Microphone en el Cicca, otra de las sedes del Festival de Cine de LPGC.

Como consecuencia, me perdí los primeros cinco minutos de Adiós, muñeca aunque poco importó, allí estaba Robert Mitchum bailando al ritmo de I've Heard That Song Before (nuestra sintonía especial durante estos días en el programa de radio), y eso ya compensaba las prisas.

Pero volviendo a Microphone, pienso que si esta película del egipcio Ahmad Abdalla es representativa de la calidad del resto de títulos de África Hoy, habrá que desear que este ciclo se afiance de cara a próximas ediciones del festival.

'Microphone'

En palabras del propio Abdalla, el 80% de historias en este fresco de la Alejandría actual (parece ser que Microphone se estrenó el mismo día en que estallaban las protestas que acabarían con Mubarak) son reales. El poder de la música como herramienta para el cambio social, o como mínimo expresar el descontento, es el hilo conductor de esta notable cinta que nos muestra a jóvenes apasionados del hip-hop y que llevan camisetas de los Ramones.

Las que se llevan la palma son unas chicas que tienen un grupo de heavy metal y cantan en inglés, con un par de narices, pero todos estos músicos luchan por mostrar su talento ante la indiferencia (o directamente la oposición hostil) de las autoridades oficiales. Uno se acuerda del director iraní Jafar Panahi en This Is Not A Film, condenado por hacer películas. Su frustración es la misma que la que sufren los protagonistas de Microphone al no encontrar ni un mísero local en el que dar conciertos.

Los mejores momentos de la película llegan, como es lógico, cuando tenemos ocasión de ver en acción a estas bandas de la escena underground alejandrina, y también resulta valiosa la panorámica que se nos ofrece sobre la situación social en Egipto antes de la Primavera Árabe.

¿Y qué decir de Adiós, muñeca, uno de los títulos del Hollywood de los setenta recuperados en el ciclo de Film Comment? El cine negro (que tradicionalmente cuenta con un espacio destacado en la programación del festival) nunca ha sido uno de mis géneros favoritos, y esta cinta es más tradicionalista que otras de la misma época como Chinatown o La noche se mueve, con una estructura argumental más que conocida y la enésima aparición del personaje del detective Philip Marlowe. Aún así, los diálogos son geniales, la ambientación muy conseguida y en lo que a las actuaciones se refiere no sólo lo borda Mitchum, sino también Charlotte Rampling haciendo de clon de Lauren Bacall.

Fantástica película, en definitiva, pese a que al ser de las más conocidas del ciclo uno iba sobre seguro. Messiah Of Evil surgió en cambio de la nada para traernos una experiencia perturbadora al filo de la medianoche (al mismo tiempo en otra sala se proyectaba la última de Sion Sono, un maestro de lo truculento al que respeto, aunque no me pidan que vea nada suyo).

'Messiah Of Evil'

Los defensores de Messiah Of Evil aluden a su sensibilidad europeizada, que sí que aporta un halo artístico a este ejercicio de cine de terror ambientado en un pueblecito costero en el que, cómo no, pronto empiezan a ocurrir cosas raras. También cabe destacar la ambigüedad de la trama y ciertos hallazgos de montaje, así como los decorados de la casa donde transcurre la acción, habitada por un pintor atormentado.

Claro que luego aparecen los zombies y con ellos se va mayormente al carajo la oportunidad de trascender las limitaciones del género, que parecía ser la intención de los creadores de esta película. ¿Se imaginan una de miedo dirigida por Antonioni y con peinados setenteros? Pues esto es quizá lo más parecido.

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